sábado, 1 de junio de 2013

Es una realidad que en México existe un grave problema de corrupción a muy distintos niveles, esa práctica genera desconfianza y apatía en los ciudadanos. La corrupción no se combate solamente con la promulgación de leyes y reglamentos, para combatirla es necesaria la existencia de formas de organización ciudadana que permitieran la participación en las decisiones públicas.


Cada día surgen nuevas organizaciones sociales que, desde distintos ámbitos promueven la vigilancia ciudadana para asegurar que no haya abusos de poder, y despiertan conciencia acerca de la necesidad de cumplir la ley.